Aquí en los albores del tiempo, el rey Minos se sumerge lentamente en la bruma de la noche.
No espera nada, sólo un lugar tranquilo donde descansar…. Aquí en los albores del tiempo llegó nuestro Hernán para abrir las innumerables puertas de su palacio, pero no teman, la tibieza de sus palabras se desplazan hacia nosotros como un remanso de bondad.
Que chica no quería pasar la noche en su palacio¡¡¡¡
Como dijo el escritor……Arriba el intrincado sol, abajo Asterión.
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